La nueva cara de la comedia - El Pais (Uruguay) 14-08-16
Lali Espósito.
La nueva cara de la comedia
En exclusiva con la protagonista de “Permitidos”.
BELÉN FOURMENT14 ago 2016
Terminó Esperanza mía, la primera telecomedia que protagonizó para unprime time, con éxito absoluto que hizo que esa producción también tuviera su versión musical en el teatro y que ganara algunos Martín Fierro. Y también terminó la mediática relación amorosa con su excompañero de elenco, el actor Mariano Martínez.
Dio dos recitales en el Conrad con diferencia de apenas un mes y fue recibida como una estrella en Israel. Vivió una situación incómoda en un festival en el interior argentino, donde una invasión de insectos la obligó a bajarse del escenario. Marcelo Tinelli volvió a convocarla para la apertura de ShowMatch y su segundo álbum solista, Soy, fue Disco de Oro a apenas horas de haber sido lanzado. Se fue de vacaciones a Europa y Estados Unidos; le adjudicaron varios romances y también peleas, fue la chica de tapa de revistas como Gente y Billboard.
Lali Espósito está, desde que arrancó 2016, en todos lados, y ahora también en el cine. Este jueves se estrena en Uruguay Permitidos, la comedia de Ariel Winograd que protagoniza junto a Martín Piroyansky (sí, también se dijo que salía con él) y en la que está muy bien (verrecuadro). Con esa excusa, la actriz y cantante conversó por teléfono con El País tras un día de ensayos para su próxima gira.
—Permitidos es tu primer protagónico en cine. ¿Qué te dejó esta experiencia?
—Sí, es mi primer personaje con tanta incidencia en una película, más allá del protagónico porque lo que me tocaba hacer era muy copado para mí. A mí me encanta la comedia, pero en esta peli pude jugar con otro tono de comedia que quizás no es el que yo estaba acostumbrada a hacer en tele, donde es más grotesco el personaje, más monstruito, para afuera. Acá, con la dirección de Wino (Ariel Winograd), encontramos ese otro tono y fue un gran aprendizaje. Me llevo eso, además de lo bien que la hemos pasado.
—El personaje de Camila es el de una chica normal, a la que le toca enfrentar situaciones que se prestan para lo gracioso.
—Ella la pasa muy mal, ese es el chiste. Tiene mucha verdad lo que le está pasando, es todo una gran desgracia y creo que eso lo hace funcionar. Después da un vuelco y tiene todo un momento de explosión, de sacada, pero al principio es una recatada total y eso estuvo bueno.
—La escena en la que a Camila la filman en crisis y eso se vuelve viral, ¿fue guionada totalmente o improvisaste?
—(Se ríe) Estuvo guionado pero muy modificado. El día de la escena le llevé una versión escrita por mí sobre lo que ya habíamos ensayado, y la terminamos de descubrir en el set. Todas las tomas fueron de una, tres o cuatro tomas y punto; fue muy natural, genuina y espontánea y eso está en la esencia de la escena. Y Wino me ha dejado aportar mis puteadas.
—¿Cuánto le prestaste de Lali a Camila?
—Muy poco, eso también fue interesante para mí. Quizás las puteadas (se ríe). El resto es nada que ver, por suerte.
—Y la puteada, si está bien usada, siempre funciona.
—Si está bien puesta, tanto en la comedia como en el drama. A veces es un recurso que si ves que no funcionó, te querés morir después. Esta es una peli que tiene mucha puteada (se ríe), pero está copado porque se ha buscado mucha naturalidad.
—Por esa naturalidad, se dan ciertas situaciones que después trascienden la pantalla y se instalan en lo cotidiano. Esa escena del video, por ejemplo, es muy Tano Pasman.
—(Se ríe) Es muy Tano Pasman. Sí, todo muy fino. Lo que sucede con personajes así de naturales es que generan mucha empatía, el que está mirando se siente cerca y para una comedia de gente con vidas normales, eso está bueno.
—Permitidos aborda también todo ese lado viral, la exposición de las redes sociales y cómo la gente siente que tiene derecho a opinar sobre la vida de los demás. Es algo que te tocó vivir todo este año.
—Total.
—¿Te sirvió para reírte de una situación que quizás en algún momento te molestó?
—No lo llevé al terreno personal, la verdad. La película se ríe de la fama efímera, de cómo la gente puede flashear por cinco minutos de ser famoso, o por ser novio de. Se ríe incluso de las actrices que ponen su rostro en publicidades que es algo que yo, Lali, hago. Poder reírse del entorno que uno tiene como "persona pública" es supersano, me gustó reírme de todo eso. Sin ese humor, sin reírte por el lado B de las cosas, no podés hacer este tipo de películas. Pero es cierto que la gente opina sin saber y agranda todo.
—¿Lo de desdramatizar aplica para vos en el día a día?
—Todo el tiempo, imaginate que si no, no podría vivir. No me rige, no es importante. Cuando algo no está bueno muy obviamente uno intenta anularlo, continuar. Tratás de reírte de todo lo que no te defina como ser humano. Hay cosas que son giladas y otras que son importantes, y uno tiene que poner en la balanza.
—En la última semana, en Argentina se presentaron informes con títulos como "Todos contra Lali". ¿Cómo lo vivís?
—Ah, ¿en serio? No lo vi. ¿Quién está en contra? ¿Por qué?
—Por declaraciones de tus excompañeras de Esperanza mía, Natalie Pérez y Ángela Torres.
—¡Pero son dos personas, eso no es todo el mundo! Conozco un montón de gente que no está en contra. No, de verdad, esas son las cosas que no son influyentes en mi vida porque sé de dónde vienen y con qué intenciones son.
—Claro, has salido más a aclarar cosas respecto a la separación de Mariano Martínez que respecto a estos temas.
—Por supuesto, porque tiene que ver directamente conmigo y con una verdad. Las cosas que no tienen peso, que surgen de algo que no puedo decir, imaginate que no me voy a preocupar. Bastante ajetreada es mi vida como para preocuparme por problemas de otros.
—Volvamos a eso. ¿Te bajaste de la película sobre Tita Merello justamente por tener mucho trabajo?
—No, porque se cambió de momento y ya no podía. Pidieron otros tiempos para filmar y ya no iba a poder porque iba a estar en pleno tour para esa época. Una pena, pero la va a hacer Mercedes Funes que es una diosa, y va a ser una bomba.
—¿En cine tenés algo más previsto?
—Este año no. En el futuro me gustaría, siempre encontrando los tiempos y también haciendo música. Trabajo para lograr eso porque disfruto mucho de hacer las dos cosas. El cine fue una gran experiencia y quiero seguir ahondando en esas aguas más que en tele, que sé que por un tiempo no voy a hacer nada justamente por eso, por los tiempos.
—Más allá del éxito de ventas, ¿personalmente qué te dejó la salida de Soy? Porque el disco salió en plena separación.
—Genial, mejor no me pudo venir. Fue genial porque es mi energía verdadera, lo que soy y lo que hago. Pude poner en ese proyecto toda mi energía, mi amor, gente que quiero mucho. La música es un refugio para mí, tengo toda mi verdad. No es un personaje ni un guión: es mi vida en serio, lo que escribo. Vino en un gran momento ese disco y todo lo que está sucediendo es increíble, no hace más que obligarnos a trabajar el doble. El tour arranca el 8 de septiembre en Argentina, ya tenemos nuestra fecha en Uruguay (el 6 de diciembre en el Teatro de Verano), y estamos poniendo todo ahí.
—Musicalmente y en las letras es un disco que tiene de todo, que puede resultar algo esquizofrénico. Me sorprendió la canción "Tu revolución", con un mensaje de paz que hasta ahora no habías abordado.
—Porque yo soy muy abierta a información nueva y a decir cosas que me parecen. Será que estoy un poco más grande, pero a la hora de escribir es un disco que de verdad tiene mucha verdad de lo que pienso, siento, creo, critico. Esta canción que nombrás es un ejemplo más dentro de Soy, de lo que tenía ganas de hablar, y siento que más allá de decírmelo a mí misma está bueno reflejárselo a un montón de gente más joven. Son de esas letras que en el momento del show, cuando se tiene que cantar, a uno le pasan cosas.
—En el escenario mostrás una imagen de bomba sexual...
—A la mierda (se ríe).
—Cuando bajás, ¿se termina todo eso?
—¡Es un chiste casi! Imaginate: la media, el chivo, soy lo menos sexy que hay. Me divierte mucho por una cuestión del estilo musical, que permite todo ese juego con lo sexy y lo femenino, también por el tipo de espectáculo que hacemos que es todo una bomba. A mí me encanta y tampoco es cien por ciento un personaje: soy mujer, me gusta seducir, la música me lo permite y juego un poco a eso. Pero imaginate que no voy a comprar al chino con esos trajes que me pongo.
—Hablábamos antes de la exposición. ¿Cuál fue el mayor disparate que se dijo de vos en estos meses?
—Todo lo que es disparate, es disparate, todo lo que es mentira está mal. Pero tengo una personalidad que no me ofendo por todo, trato de mantener lo importante en mi cabeza. No me gusta que se digan cosas que no son, obvio, pero le pasa a cualquiera. Quizás entiendo que sirve o conviene decir determinadas cosas porque traen cierta repercusión que puede beneficiar a alguien, y cuando entendés eso ya te relajás.
—Venís dando muchas entrevistas y te han preguntado muchas veces lo mismo. ¿Qué te gustaría que te preguntaran?
—Viste que yo mucho problema para responder no tengo, cosa que me ha traído problemas mayormente. No tengo tapujos ni nada que ocultar. Sí me es un gran placer cuando me preguntan por el trabajo; me encanta cuando se interesan por eso que de hecho siempre fue así. Quizás de un tiempo a esta parte se hizo hincapié en otra cosa por cosas que entiendo, no me voy a pelear con eso. Pero obviamente prefiero hablar de mi trabajo y no de si salgo con alguien o me peleé con alguien porque no va con mi persona. Los que me conocen saben bien que no me gusta eso, siempre intento tener buena energía y manejarme en entornos con gente que sea así.
La Película.
Cuando Camila (Espósito) le dice a su novio Mateo (Piroyansky) que si logra conquistar a la famosa actriz Zoe Del Río (Liz Solari) ella lo aplaude, no lo dice en serio. Y Mateo, por cosas de la vida, logra lo impensado. De ahí en más la vida de dos chicos normales queda patas para arriba, y Camila, novia despechada y nuevo fenómeno de las redes sociales, se propone conquistar a otro actor muy reconocido, Joaquín Campos (Benjamín Vicuña). Es una muy graciosa comedia de Ariel Winograd en la que los cuatro se lucen.
La biografía de una chica popular.
Nació el 10 de octubre de 1991 y pasó su infancia y adolescencia en Banfield. Su madre es visitadora médica, su padre entrenador de fútbol y tiene dos hermanos más grandes.
Apareció en televisión en 1998, con siete años. Fue en el programa infantil Caramelito y vos, que conducía Cecilia "Caramelito" Carrizo.
Su debut profesional fue de la mano de Cris Morena, en Rincón de Luz. Entró al casting por error, pues su intención era audicionar para otro programa, y a los días la llamaron.
Fue Roberta, una niña revoltosa, en la serie infantil-juvenil Floricienta.
Integró el elenco principal de la serie adolescente Casi ángeles, con la que además hizo teatro y sus primeros pasos en el canto. Integraba la banda Teen Angels con Peter Lanzani, Nicolás Riera, Gastón Dalmau y la China Suárez.
Fue novia de Peter Lanzani. Tuvo su relación más larga con el actor y cantante Benjamín Amadeo, y luego un romance breve pero intenso con Mariano Martínez. Está soltera.
Debutó como cantante solista en 2014, cuando lanzó de manera independiente su primer disco, A bailar. Luego fichó por Sony y este año lanzó Soy, su segundo trabajo.
En Uruguay ya llenó dos veces el Teatro de Verano, y se prepara para hacerlo otra vez el 6 de diciembre. Las entradas están en venta en la red de locales Abitab.
Esperanza mía fue su primera telecomedia en horario central, y le valió el Premio Tato a Mejor Actriz. Luego perdió el Martín Fierro en esa categoría con Natalia Oreiro.
Permitidos es la primera película que protagoniza en cine. Ya había participado de otras producciones, y había sido elegida para encarnar a Tita Merello en una biopic, aunque finalmente no lo hará.
http://www.elpais.com.uy/divertite/cine/nueva-cara-comedia-lali-esposito.html
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