Entrevista a Lali Espósito: "Vivo una etapa de mucha felicidad"

En la previa de su show en Quality Espacio, la cantante y actriz dice estar en un gran momento personal y profesional. Y se jacta de no traicionar sus instintos artísticos.

El show que Lali Espósito ofrecerá hoy en Quality Espacio está recargado por antecedentes inmediatos de gran impacto. Una serie de shows en el Luna Park con puesta escenográfica y visual novedosa; un premio de la MTV europea que la consagró como mejor artista sudamericana; y el estreno de un single, Tu novia, en el que Lali se confiesa autosuficiente, entre otras cosas.

¿Un show recargado de una mujer empoderada? Leamos qué se desprende del diálogo con la estrella pop y actriz, en ese orden, que atiende el llamado de VOS sin ningún tipo de condicionamiento previo.

–En “Tu novia” sugerís que estás en tu mejor momento. ¿Es así? ¿Por qué?

–Juego un poco porque no estoy soltera como la letra expresa, ¿no? Sí tiene que ver con un momento muy libre y de mucha decisión personal de hacer realmente lo que quiero. Y la canción propone eso, más allá del juego de la soltería que está expuesto con humor e ironía; la canción habla de la libertad, de que cada uno es dueño de elegir lo que quiere hacer. Por otro lado, si hablás de buen momento es algo que tiene que ver con un todo. Capaz que en lo profesional estás bien pero en lo personal no tanto; entonces, no lo podés considerar un buen momento. Un buen momento debe referir a una conjunción de buenos momentos que terminen en un bienestar general. Yo me encuentro así, en una etapa de mucha felicidad.

–En la letra también queda claro que no querés ser sumisa, abnegada. ¿Estás sublevada contra la supremacía del macho, contra su prepotencia? ¿Tiene una intención militante el simple?

–No lo pensé desde ese lugar. Te mentiría si te dijera que sí, me pondría en un lugar de lucha en el que no estoy, más allá de que acompaño a quienes sí lo tienen. Las mujeres estamos en un momento muy particular, por suerte, pero la canción es un juego divertido que podés plantear entre amigas. Tiene que ver con eso más que con ponderar algo más profundo en términos sociales. Uso todos mis recursos para apoyar a las que luchan, pero esta canción es liviana. Tampoco busca luchar contra los hombres.

–Para el simple apelaste al trap…

–Laburo la música con mucha libertad en el estudio, y es así en lo que se refiere a ritmos, melodías, letras… Llevo adelante esto con los mismos productores con los que trabajé hasta ahora. Y con ellos vamos al estudio y a veces salen cosas y otra no. Esta canción fue una idea que surgió y se fue desarrollando. Es la letra de novia huidiza quedaba bien con el trap, un matiz que a mí me define. Me gusta el hip hop, el trap, me gusta bailar. Siempre llevaré al pop que hago hacia un lugar de mayor relevancia…

–El trap y el reggaetón forman parte de lo que se ha dado en llamar género urbano. Y es algo que nos atraviesa, nos atropella, que excede nuestra voluntad.

–No hay que rebelarse contra eso, es lo más inteligente. Todos laburamos en la industria y queremos sonar, agradar. Hay que buscar el equilibrio entre ser exitoso, querer que la gente escuche tus canciones, y no traicionarse. Yo estoy en una posición en la que sería muy fácil traicionarme. Sería fácil hacer lo que otros quieren que haga y punto. Lucho contras las corrientes sin pelearme, aunque en el caso del género urbano me gusta un poco. Hay artistas urbanos que marcan tendencia y está más que bien, respeto y bailo lo que proponen. Pero en lo que respecta a mi propia música, siempre intento poner mi condimento. Siento que no hago lo obvio. A la corriente dominante hay que entenderla… Sé lo que sale, estoy pendiente de todo, pero cuando entro al estudio me gusta que todo suene a Lali, ¿viste? Tu novia es un ejemplo de eso, sentir que voy a un lugar súper actual, sin traicionarme a nivel audio, letra, etcétera.

Un like no es la vida

Como toda persona formateada por el entretenimiento desde pequeña, Lali Espósito sabe surfear los altibajos de la fama y la consecuente repercusión mediática que estos generan. Acaso sea por esta razón que le resulte natural, por ejemplo, que Neymar la stalkee y le ponga un like en Instagram. “Me chupa un huevo, pero vamos a charlarlo”, lanza al ser consultada al respecto.

“Tengo una vida personal muy rica con mis amigos, mi novio, mis hermanos, mis viejos… Además, la gente con la que trabajo es de mucha confianza y ya nos hemos convertido en familia. Entonces, hay un montón de cosas que para el afuera son espectaculares que para mí no lo son tanto. No me definen para nada. Lo tomo como algo que tiene que ver con mi imagen pública, con lo que decido mostrar hacia afuera”, añade Espósito, quien a su vez se jacta de ser “bastante honesta en términos de redes”.

“Lo que subo es real. A mis cuentas las manejo yo, no tengo gente que haga eso por mí. Son muy transparentes mis redes y me gusta que así sea, pero tampoco me creo todo lo que repercute. En lo que respecta a los comentarios, hay de todo, como en la viña del señor. Hay comentarios buena y mala onda, críticas constructivas y destructivas. Las últimas salen de broncas y frustraciones. No creo en ninguna, ninguna tiene un peso real para mí. Tengo un límite justo entre lo que me importa y lo que no de las redes sociales”, completa.

–En el Luna Park besaste a una de tus bailarinas. ¿Qué buscaste comunicar con ese gesto?

–La verdad que nada. Es una cosa de diversión y, si querés, de diversidad. Fue mucho más espontáneo de lo que todos creen. Lo hicimos en el cuadro de Irresistible, que tenía a esta bailarina hermosa que es Ayelén Ramírez… La cosa es así: los bailarines hombres animan un cuadro en el que se pelean por mí; la canción es pop, súper funk, con una letra sobre alguien irresistible y bla bla blá; entonces planteé “¿Y si los dejo en banda y me voy con Aye?”. Más allá de cómo lo hayan tomado, no tengo problemas con ningún tipo de preferencia sexual, y siento que mi público tampoco.

–Cuando los rockeros se enteraron que ibas a homenajear al rock argentino pusieron el grito en el cielo. ¿Vos sentís que estás profanando algo?

–Ni en pedo, la música es de todos. Y en este tipo de eventos se trata de celebrar, justamente, la música. Era un nuevo aniversario de La Plata y me invitaron a cantar un tema del rock nacional. Estaba Sole, que tampoco hace rock, estaba Aznar… Fue un privilegio, lo tomé con alegría y responsabilidad. Cante un temón como Peperina, lo hice con respeto, como cada vez que subo a un escenario. Dicen que sonó bien… Siempre que me inviten y me guste, ahí estaré. (Alejandro) Lerner quería mostrar diversidad para un público masivo y en un evento gratuito.

–El mercado del pop febril siempre propone nuevas artistas y mantiene a tus contemporáneas. ¿Sos competitiva?

–Competitiva, sí, no me gusta perder ni a la casita robada. Pero en términos de trabajo, no miro mucho lo que hace el resto. Ninguna se podría parecer a mí, del mismo modo que yo no podría aproximarme a otras. Cada una tiene lo que tiene y siento que lo mío es muy personal: canto de una manera, bailo de una manera. No miro lo que hacen los otros en función de una paranoia, estoy informada, por supuesto, y me permito disfrutar de lo que hacen todas mis colegas.

Actriz dramática 

A Lali se la oye súper compenetrada con su actividad musical. Más ahora, que estrenó un simple que sugiere un nuevo disco. Sin embargo, a 2017 también lo recordará como el año en el que se desplazó de la comedia hacia el drama. “La primera semana de octubre terminé de filmar Dolores, una película de Gonzalo Tobal. Es un drama, así que corto un poco con lo que venía haciendo. El cine es un hecho artístico alucinante. En este caso, fue una experiencia intensa, de ocho semanas… Puse mucho corazón ahí”, apunta Lali sobre un relato inspirado en el caso de Solange Grabenheimer, la joven que fue asesinada en enero de 2007 y por el que fue acusada su amiga Lucila Frend, luego absuelta.

“Ahí despunté el vicio actoral, pese a que el foco siempre estuvo puesto en la música. Igual, si pinta tiempo y hay ofrecimientos interesantes, actuaré porque también me encanta”, cerró.

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