La Vanguardia: Lali Espósito, el ascenso imparable de la estrella más viral y protagonista de 'Sky rojo'
Vestida por DOMINNICO
Lali Espósito, el ascenso imparable de la estrella más viral y protagonista de 'Sky rojo'
Lali Espósito posa para sus ocho millones de seguidores con la moda española de Dominnico
La cantante, influencer y actriz argentina de 29 años se estrena como protagonista de 'Sky Rojo' de Netflix junto a Miguel Ángel Silvestre y vuelve a coprotagonizar el último videoclip de Fito Páez
Subimos al bus y nos fuimos a la otra punta de la ciudad. Nos perdimos hasta que vimos una fila de niños con sus padres. Nos echaron de la cola cuando dijimos que no teníamos ni manager ni agencia porque era un casting privado. Pero no nos fuimos. Yo había ido ahí a hacer el casting y me puse a bailar y cantar y a pedir mi oportunidad ante el cámara. No se lo creía…. Regresamos a casa y a la semana siguiente llamó ni más ni menos que la productora de la serie juvenil más exitosa de Argentina. Floricienta. Así comenzó todo. El caso es que me había colado en un casting que no era (el de los niños que cantaban y bailaban era otro en una finca cercana) y que el que hice colándome se canceló, pero mi numerito quedó grabado y se pusieron en contacto con nosotros.
Y sin embargo Dominnico la considera su musa.
Me siento más cantante que artista, que es una palabra grande, muy grande y a veces también un poco de pudor envolverme con ella.
Y ahora usted es arte y parte de una generación muy potente. Rosalía, Minerva Portillo…
Bueno parece una boludez pero es muy distinto haber crecido con un móvil en la mano o no. Yo ahora tengo 29 y el hecho de no haber estado pendiente de lo que sucede en las redes me ha hecho tener mucha conciencia del curro y el foco que pongo en mis cosas. Me gusta, ¡claro! tener todos esos millones de seguidores y me divierte pero no me hago la boluda. Sigo trabajando y trabajando y trabajando como siempre.
También diseñadora de moda
Lali Espósito es la estrella de Netflix y del pop latino e influencer con que sueñan muchos diseñadores para vestirla con su moda. Comprometida. Charlatana. Directa. Bajita. Increíblemente fibrada. Vigorosa. Directa y simpática como nadie. Lali Espósito es una estrella, de la tele, del pop y también de las redes. Ahí arrasa. Lo que ella haga o se ponga se convierte en un objeto de deseo para sus más de ¡ocho millones! de seguidores. Pero sus looks atrevidos como su carácter, un punto desvergonzados, ya tienen dueño. Dueños.
Pero está acostumbrada al ruido de la fama
Dominnico, que ha vestido a Rosalía y Lady Gaga, considera a Lali Espósito su musa
Además le abrieron las puertas del cine.
¿Cómo entró en la rueda?
Son, por un lado, ella misma, que es tan bajita que se vio obligada a crear su propia línea de ropa, y por otro el diseñador español Domingo Rodríguez Lázaro (fundador y director creativo de Dominnico y autor también de algunos de los estilismos más irreverentes de Rosalía y Lady Gaga), quien ha conseguido convertirla en la más radiante de sus musas.
Mi juego toda la vida había sido ser Freddie Mercury frente al espejo y poco más. Pero era muy decidida.
¿Qué dijeron sus padres?
Dominnico ya la vistió para el videoclip de Ladrón y sigue, y quiere seguir haciéndolo por mucho tiempo, para dar forma, con colores, brillos, volúmenes, transparencias y botas muy al estilo drag al inagotable ascenso de Lali Espósito al olimpo de la fama.
Ella, la estrella, se rinde a los estilismos de aire futurista y espíritu rebelde y motero de la colección primavera verano 2021 que envuelven y modelan su cuerpo. Dominnico, que se considera un autodidacta a pesar de estar graduado en Diseño en LCI, ofrece siluetas marcadas por grandes lazos, monos ultraceñidos de aire deportivo noventero y brillos, plumas y pieles nobles (el funcionamiento de la marca se lo debe a sus padres pero también a su asociación con un amigo peletero) que deslumbran casan a la perfección con las ganas de gustar de Lali Espósito.
Es él mismo quien cita a la actriz de 29 años nacida en Buenos Aires (series infantiles como Floricienta y Chiquititas la convirtieron en un fenómeno ya a los diez años) en el hotel Majestic de Barcelona. Quien le presenta los modelos que para ella ha escogido. Y quien la invita a mostrar su yo empoderado y poderoso vestida con los diseños atrevidos que resumen el proyecto detallista y cocido a fuego lento que es Dominnico. Nutrido con influencias que viajan del glam al pop, de los sesenta a los noventa.
¿Cómo hay que definirla? ¿Cantante? ¿Artista? ¿Influencer?
Quiere, además, la casualidad que el día escogido sea precisamente cuando el paseo de Gracia barcelonés amanece derrotado y destrozado tras la (primera) protesta por la detención de Pablo Hasél. Y Lali Espósito, la protagonista de Sky Rojo (se estrena ya en Netflix) junto a Miguel Ángel Silvestre y del nuevo videoclip de Gente en la calle (que habla sobre las personas sin hogar) de Fito Páez, no puede callarse. Condena, claro, la violencia, pero advierte que no hay que amedrentarse.
¡Ja, ja, ja, ja, ja! Eso llegó casi a la fuerza. Tengo mi línea de ropa de ‘niña’ en Argentina de líneas muy urbanas y en una cápsula de una marca pero lo hice porque como que soy un ‘enano’ me cansé de no encontrar ropa de mi talla.
¡Oh sí! Le amo. Le agradezco muchísimo que me haga sentir grande y radiante como una modelo por un rato.
Ella, que aunque parezca una niña, está ya a las puertas de los 30, recuerda que no ha sabido nunca morderse la lengua. Y recuerda que fue especialmente con la búsqueda de la ley del aborto gratuito en Argentina.
Con las series infantiles llegábamos a actuar semanalmente ante miles de personas. Una locura. Esa maquinaria televisiva juvenil que funcionaba de p… madre me ayudó muchísimo. Me ofreció un gran colchón para la carrera y para la decisión de hacer música que coincidió con un momento álgido de popularidad pero también de la conciencia de qué quería hacer realmente.
¿Cómo se involucró en eso?
Y además con Leonardo Sbaraglia. Increíble. Sí, soy una afortunada.
Fue una movida de muchos años. Éramos un país que no teníamos ese derecho y viene de mucho tiempo y yo, siendo muy pequeña (de edad y también físicamente, soy un pedo de baja), empecé a aprovechar el micrófono a pedir eso hablar de eso. No falta decir que siempre había el típico comentario de quienes me advertían que no me metiera con eso. Que tuviera cuidado de lo que decía.
¿Estudiado? Lo justo, obligado y basta. No tuve tiempo. Con diez años ya estaba trabajando al máximo.
Pero no se calló
Un día me escapé de mi casa para ir un ratín a hacer un casting que había visto en la tele. Le pregunté a mi madre si me acompañaba y me dijo que ‘ni del pedo’ así que tuve que convencer (fue fácil) a mi hermana Anita y cruzamos todo Buenos Aires. Yo era de un barrio muy muy muy muy muy humilde del sur y todo lo que era televisión todo lo que el mundo de la fantasía televisiva vendía le pasaba a otra gente. Así que decidí ir al cásting que pedía niños que canten y bailen a ver qué pasaba.
Nooooo. Tengo la suerte de que desde mi profesión puedo defender como mujer como ciudadana ideas que son justas y que no hay que callar.
¿Sabía cantar y bailar ya?
¿Qué tal el casting?
Desde 'Sky Rojo' también hay denuncia.
Bueno, al principio casi me matan. Luego todo muy bien. Mi madre, que era visitadora médica, ahora es productora. Una grandísima productora. Ya ves, ese casting equivocado acabó por cambiarnos la vida a todos.
Es una propuesta valiente porque me parece que es un tema que está muy poco abordado y menos con la estética de Álex Pina. En formato de cómic, extrema y directa, creo que lo tiene todo para ser un exitazo. Está planteado todo como un caballo de Troya de forma que desde dentro de esa locura de producción visual, trajes de cómic, música y maquillaje con glitter a todo trapo impactantes) llega el bombazo de lo que realmente te están contando. No te lo esperas y te machaca de forma inesperada.
Somos una generación de locura y a la vez creo que lo interesante de mi generación es que sobre todo es como romper los paradigmas. Además hoy tenemos todos los medios, el teléfono y la redes sociales para hacer ruido por donde sea. Lo lindo es conectar con gente con valores, compartir, crecer. El talento que tenga uno u otro no vale una mierda si no aporta una buena experiencia. Si no es de verdad. Si no es sentida.
Se va a ver en 170 países… ¿No teme que su presencia en las redes la desborde? ¿Cuántos seguidores tiene?
Muchos. Es muy heavy, pero no sé el número exacto, espera, lo miro… ¡Carajo!, ahora mismo son 8,2 millones, si es una locura. Pero no va a desbordarme porque la verdad es que no lo sigo mucho y tampoco no sé muy bien qué significa todo eso y menos por qué carajo tanta gente me sigue. Creo que la razón está en que yo soy de una generación que todavía creció sin teléfono.
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